Romance blog: Faltan muchas horas aún

Monday, November 24, 2014

Faltan muchas horas aún

La campana del monasterio ha sonado. Todavía han de pasar muchas horas hasta el amanecer, pero Cream sabe que no va a poder dormir. Faltan muchas horas aún, pero, ¿quién tiene prisa? Ella no.
Capítulo anterior: ¿Alguna vez has tenido miedo de algo?

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Este es el mundo en el que estamos

Un mundo habitado por humanos y titanes.

Los titanes, defensores de la tierra. Todos los conocían. Hombres sólo medio humanos, de una raza distinta. Protagonistas de las historias de abuelita, y de las historias de todos.

Los Zenn no eran titanes, ni necesitaron nunca serlo para gobernar el mundo.

La historia se mezclaba con leyendas en las que durante muchos siglos, el mundo civilizado fue dirigido por un Zenn, no porque lucharan por ello, sino porque la gente lo deseaba.

Los Zenn tenía el flujo, y el flujo era más poderoso que cualquier otra fuerza. Con el flujo, los Zenn brillaban. No necesitaban ser los hombres más hermosos ni las mujeres más bellas, ni los más fuertes, ni los más inteligentes. La gente no podía evitar sentirse atraída por su brillo. Sentían que el modo de los Zenn era el modo en que las cosas debían hacerse. Querían que los Zenn estuvieran cerca, porque, de algún modo, las cosas parecían ser mejores cuando estaban ellos.

El fujo. Todo el mundo quería seguir el flujo. Y a pesar de su poder, o quizá debido al mismo, el flujo cualificaba a los Zenn para poseerlo, haciéndolos rectos y justos. Claro que la historia hablaba de algunos Zenn malvados, pero se los consideraba dementes y fueron siempre adecuadamente eliminados por su propia familia.

Cuando los titanes extraños llegaron, todo cambió. Porque los titanes extraños no sentían el flujo.

Algunos de sus grupos hicieron voto de exterminar a los Zenn, y durante años, guerras internas desangraron el mundo, mientras los Zenn eran borrados de la civilización.

El final del mundo de los Zenn, como fue desde entonces conocido, trajo caos y destrucción. Y mientras se luchaban guerras crueles, otras fuerzas despertaron y aprovecharon la ocasión.

Pronto, sobrevivir a aquellas fuerzas se convirtió en la máxima prioridad, y humanos, titanes y titanes extraños se aliaron para luchar frente al enemigo común. Fue entonces cuando se eligió al primer rey, cuando se levantó el monasterio, cuando empezó el mundo en el que vivimos ahora.

Las familias Zenn, escasas y dispersas, sobrevivieron a lo largo del tiempo. Pero, pese a la alianza, algunos titanes extraños siguieron dándoles caza, disminuyendo su número. El voto de exterminio nunca fue retirado.