Sunday, November 9, 2014

IV- Muerta de hambre

La voz venía de la derecha.
Más sonidos. Voces masculinas, y caballos.
Una de las voces se quejaba, la otra reía haciendo enfadar a la primera que preguntaba si quería comprobar lo rápido que podía patearle el culo.

La voz divertida contestó que se relajara, y preguntó si no había tenido bastante pelea cuando pusieron a los palurdos en fuga. La voz gruñona lamentó haber llegado demasiado tarde para evitar la masacre.





El corazón de Cream latió más fuerte.
Los hombre eran buenos. Habían ido a ayudar a los de la caravana, pero llegaron tarde.
Se puso su , oh milagro, casi seco vestido, (entonces, ¿cuánto rato había dormido?), y buscó valor para salir y enfrentarse a las voces.

Si se equivocaba, si eran malos, no tendría escapatoria. Esperó, pero las voces se había alejado y no eran tan claras ahora.

En ese momento, un delicioso aroma a carne asada la rodeó y supo que iba a arriesgarse.
Alisó su pelo revuelto con las manos y salió del matorral.
Se moría de hambre,

No comments:

Post a Comment